La integración de la robótica en la escolarización y la educación superior puede mejorar las perspectivas de desarrollo profesional futuro de los estudiantes.
Dada la reciente pandemia y sus efectos en las instituciones educativas tradicionales, los campos de la educación formal se encaminan hacia un cambio sistemático. Las tecnologías de robótica e inteligencia artificial (IA) no solo pueden mitigar las dificultades causadas por la pandemia, sino que también pueden ayudar a construir sobre sus cimientos.
Según The New York Times, la robótica creará 133 millones de puestos de trabajo para 2022, con ventas de robots estimadas en 553,000 unidades para fines de 2020. La actual crisis de Coronavirus seguramente reforzará la presencia y el rápido desarrollo de la robótica en múltiples industrias. Según Tech Jury, el 88% de las empresas planean integrar la robótica en su flujo de trabajo, y los robots colaborativos representarán el 34% de las ventas de robots para 2025. En este sentido, la integración de la robótica y la inteligencia artificial (IA) en la industria y en nuestras vidas, es inevitable.
Como tal, la integración de la robótica en la escolarización y la educación superior puede mejorar las perspectivas de desarrollo profesional futuro de los estudiantes que tienen acceso a la robótica en sus planes de estudios. Esto abre las puertas para que los estudiantes de hoy encuentren su pasión por la robótica desde los primeros años de su vida escolar si la tecnología está presente en sus aulas.
Entonces, exponer a los estudiantes de educación inicial, primaria, secundaria y superior a la robótica con ejercicios prácticos basados en la implementación futura de la inteligencia artificial (IA) en la sociedad, puede mejorar significativamente el resultado final que podría ser: aumentar las probabilidades de un buen empleo bien remunerado después de la graduación y un alto grado de desarrollo profesional.
Por: Walter Raúl Carpio Zeballos
Fuente: Educativarobotics